El día 3 de Mayo, al igual que en otros muchos pueblos, se celebra en Puente Genil el día de la Cruz. Sin embargo, en nuestro pueblo tiene un significado especial y distinto al de otros lugares, puesto que con el paso del tiempo, los vecinos de la Villa se han visto mas identificados con su Semana Santa y es por lo que hoy en día, hablamos mas de Semana Santa Chiquita que del día de la Cruz; incluso se prolonga esta celebración mas allá de una sola fecha.
Durante estos días los padres están deseosos de ver a sus hijos vestidos de Romano, figura de las Virtudes, del Evangelio o los Apóstoles… o cada uno de los ropajes que ellos mismos visten en su Corporación durante la Semana Mayor; y tambien hay algunos chicuelos quienes les gusta alumbrar o llevar los pasos de sus Cofradías Chiquitas.
Es por todo esto, que para saciar ese deseo de los hermanos de la corporación, se aprobó la confección de cinco nuevos ropajes destinados para tal fin, estas ropas para los pequeños fue estrenada el Día de la Cruz del año 1983, fecha que desde la cual nos sentimos muy orgullosos de poder ver desfilar a las Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas tal y como fueran en el mismísimo Viernes Santo de la Semana Mayor.
Tras veinte años de figuras chiquitas, podemos observar como aquellos chiquillos deseosos de que llegara el Día de la Cruz para vestirse de Sibila o de Prudencia en el cuartel de su padre, han crecido y ya se encuentran con edad de poder ingresar como Hermano en la Corporación en la que se ha criado mananteramente, un ejemplo de tal situación en la de nuestro Hermano Julián J. Luna López, que hoy se encuentra con todos nosotros como hermano, realmente como ha pasado con nuestro hermano Juli, el Día de la Cruz se convertirá en una verdadera “cantera” para todos aquellos pequeños que con el tiempo iran forjándose al abrigo de sus padres para posteriormente llegar a compartir mesa y mantel con ellos, y ser éstos la “savia nueva” capaz de proseguir con nuestras costumbres y nuestro amor a la Mananta.
Durante los días de Semana Santa chiquita, la corporación pierde toda la tranquilidad y el sosiego posterior a Semana Santa, y nuestra Casa Cuartel se inunda de niños deseosos de vestirse de figura y poder desfilar como lo hacen los mayores, siendo a veces digno de admirar su desfile procesional y sobretodo las reverencias a Nuestro Padre Jesús Nazareno, cual mayores fueran.
Por eso que esta costumbre de celebrar la Semana Santa Chiquita se convierte en el inicio de todos los pontanos hacia el amor a su Mananta, lo que promueve la continuidad de nuestra mas orgullosa tradición, la Semana Santa
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