5º Sábado "Subida hacía el Calvario"
Por la noche, el humo de las bengalas invade nuestros pensamientos, las magestuosas notas musicales que viajan por el viento, son deleite emocional para nuestros oídos y con esa sonrisa picaresca en los rostros, que no es más que el reflejo de las vivencias de un doblete, comenzamos con nuestro tapeo virtuoso en pos de coronar a ese hermano metepatas, el cual, tendrá el orgullo de guiarnos hacia el templo del Nazareno. Enhorabuena al hermano Enrique Cabezas.
Por la noche, el humo de las bengalas invade nuestros pensamientos, las magestuosas notas musicales que viajan por el viento, son deleite emocional para nuestros oídos y con esa sonrisa picaresca en los rostros, que no es más que el reflejo de las vivencias de un doblete, comenzamos con nuestro tapeo virtuoso en pos de coronar a ese hermano metepatas, el cual, tendrá el orgullo de guiarnos hacia el templo del Nazareno. Enhorabuena al hermano Enrique Cabezas.
Una vez alzados a los pies del terrible y cuando nuestras gargantas entonen algún cántico balsámico en ese majestuoso salón de las Cien Luces, bajaremos todos los hermanos hacía el cuartel para culminar tan maravilloso sábado, pero no obstante, este sábado es especial, en este sábado todos compartimos y lloramos las sufridas heridas que visten al Señor de la Humildad y Paciencia y es entonces cuando la noche nos reserva una última parada en la Iglesia del Hospital, donde ya las gargantas templadas de los varios cuarteles que allí nos reunímos, meceran la dulce noche acompañando al Señor.
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